Dice el refrán que, “más vale tarde que nunca”. El conservatorio de Nerva salva sus problemas de humedad gracias a la remodelación efectuada en sus instalaciones. Se trataba de una antigua reivindicación que, por fin, ha podido materializarse. Ahora toca la climatización para garantizar una educación musical en óptimas condiciones. En nuestra emisora municipal de radio y televisión, Onda Minera, nos hemos hecho eco de esta noticia.
Un conservatorio con mucha historia
Este conservatorio goza del reconocimiento unánime de toda la sociedad local. El Galardón Torre de Nerva, concedido por el Ayuntamiento de Nerva en 2014, o el premio Onubense del Año, otorgado por los lectores de Huelva Información en su XXV edición, son buena prueba de ello.
Además, la consolidación del Concurso de Música de Cámara, que este año cumplirá su XIX edición, confirma el buen hacer de los profesionales que trabajan en este centro de educación musical, que cuenta con el aplauso de todos y la implicación de profesores, alumnos, y madres y padres de estos.
El centro musical es fruto del esfuerzo, trabajo y constancia. También de la tradición musical demostrada a lo largo de los 130 años de historia local. Entre los años 1980 y 1990 estuvo en funcionamiento una Escuela Municipal de Música de la que posteriormente surgió un Centro No Oficial de Enseñanzas Musicales de Grado Elemental que sólo funcionó durante un año.
Así, a comienzo de la década de los ‘90, nace el entonces y hasta hace muy poco denominado Conservatorio Elemental de Música de Nerva, más tarde “Manuel Rojas” en honor al ilustre músico nervense. En el curso 1992/1993, el Conservatorio abrió sus puertas con tres profesores para las especialidades de: Clarinete, Piano y Trompeta. Cinco años más tarde ya contaba con más de un centenar de alumnos en sus aulas. En la actualidad, el centro cuenta con 6 profesores que imparten las especialidades de Piano, Guitarra, Clarinete, Trompeta, Flauta Travesera, lenguaje Musical y Coro a los 70 alumnos que cursan estudios musicales en el centro.
